Memorias de escritura: ¿por qué escribo?

 

Memorias de escritura escrito: ¿por qué escribo? sobre un recorte de papel beige y este sobre un papel negro. En las esquinas hay recortes de un papel manuscrito, un ramo de rosas, un barquito de papel con un sello de un reloj y una estrella dorada. Es la aesthetic de un bullet journal

Estas entradas iban a ser periódicas, pero la vida no siempre te es favorable para hacer todo lo que quieres. Así que, como todo en el blog, será algo intermitente, pues, sin ir más lejos, el otro día subí una reflexión que acabó siendo un poema en prosa que me sirvió de catarsis. Lo curioso (o gracioso) es que la incluí en el bullet journal que comencé el año pasado sobre memorias de escritura. Esto no es relevante. Sin embargo, es el enlace para que forme parte de todo este bloque.

¿Por qué escribo? Esta puede parecer una pegunta manida, pero creo que es un buen lugar para empezar a reflexionar. O no, no lo sé.

Debería haber sido la primera entrada (si contamos la entrada sobre evolución artística como O ó piloto), lo sé.

He estado leyendo Diario de Galera de Imre Kértezs y el cuarto tomo de Navillera de Hun y Jimmy, esto me ha hecho reflexionar más allá de la vana pregunta de ¿por qué? (quizá no más allá; quizá, sea tan solo bucear en ella) y pensar si podría vivir sin la escritura. No me voy a poner en modo melodrama, pues pensaba que nunca jamás en la vida podría vivir sin dibujar y es una actividad que hago ya de ciento a viento. He estado cerca de una década sin dibujar y no me he muerto, supongo que podría hacer lo mismo con la escritura.

No obstante, no creo que esto sea cierto del todo. 

¿viví sin dibujar? ¿o solo me limitaba a pintarrajear en los apuntes, en un papel mientras recibía una llamada telefónica, en una pizarra? 

Es curioso, cuando me paro a pensar, me doy cuenta de que en mi mente siempre hay alguna historia. Quizá sea como Margarita (de Margarita doce vita) y solo sirva para crear inicios de historias. Tal vez, lo único que me falte sea una rutina férrea que expulse la pereza de mi cuerpo. Muchos condicionantes y futuros efímeros, pero muy pocas certezas. Claro, que no solo nacen en mi mente ficciones sobre una situación callejera que veo con mirada curiosa o una historia alternativa que flota mientras leo. También escribo reseñas, entradas para este blog, continúo sumando palabras a proyectos que no avanzan tanto como me gustaría.

¿Podría decir que existe algo de innato en la escritura para mí?

El acto de que yo me encuentre tecleando este texto nace exclusivamente de un impulso. No ha sido premeditado. Mi obligación es avanzar en un fanfic, hacer ejercicio, terminar de personalizar mi libro. Así que esto no estaba en el programa. Pero he dejado todo por escribir una reflexión sin forma. Voy a confesarte que incluso ha habido una pausa de varios días. Por lo tanto es un impulso que nace de mí, debería trabajarlo para que se convirtiera en un arte refinado en su forma, basto en sus temas, desgarrador en sus comas y divertido en sus anáforas.

Esfuerzo.

En Navillera se dice que los sueños hay que trabajarlos. Digamos que hay que sobreponerse a esos momentos de querer rendirte por no avanzar a tu ritmo imaginario y nada realista o practicar, practicar y practicar para pulir la técnica, para encontrar su propio estilo. El avanzar en un arte  tiene más de cabezonería que de idealización. Justo lo mismo que digo de las oposiciones, auxilio jsjsjsj. Confieso que cuando leí esto me motivé muchísimo, pero no he escrito ni una coma este fin de semana. Así que todo se quedó un poco en agua de borrajas. 

En fin.

añade un suspiro aquí

¿Sabes qué fue muy gracioso este fin de semana? Encontrarme con este tweet de Andrea Tomé. Todo me dice que comience a esforzarme, que no me van a aparecer las letras solas en los documentos con historias que tengo empezados. Entonces, ¿por qué escribo si es un trabajo duro y nada reconocido? Olvidémonos de que no va a ser reconocido. Lo digo por mí, que cuando hago algo con ilusión para que le llegue al mundo, solo es comido por el algoritmo. Así que nos queda que es una tarea compleja con una fuerte dedicación y esfuerzo por mejorar y mejorar.

 ¿Qué hace que aparezca ese impulso y me siente a escribir? Yo diría que es curiosidad. Me gusta tratar de profundizar en temas obsesivos de mi mente; en realidades desconocidas que hacen mover mi perspectiva o conocidas que quiero desgajar, romper, reír; en manosear recursos literarios para tratar de describir esa realidad que percibo de manera muy tensional, física; romper tópicos; dejar constancia de las identidades no binarias, del arrománticismo, de la asexualidad... Creo que para mí escribir es mirar el mundo. ¿Demasiado poético? ¿Rimbombante? 

Escribo porque necesito un formato menos estático que la pintura, con otras capacidades, pero tan surrealista como puede ser este arte plástico.

Escribo porque lo prefiero

No escribo por la pereza



Comentarios