Como pétalos, la decepción se te posaba en el corazón. Sin
embargo, ya no eran pesadas losas que achantaban tu ánimo ni hacía arder la
sangre de tus venas. Ligeros, suaves y venenosos pétalos de sakura se posan en
tus entrañas. Ligeros y hermosos pétalos que portaban pequeños pedacitos de
decepción terminaron por entumecer tus nervios. La pasión de tus venas se vio
sedada por la belleza letal del sosiego…
Al final, te fuiste volando como el pétalo de sakura ondeado
por el furioso kaze.

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