¡Hola, grumete!
Hoy me paso por aquí para hablar de una de mis últimas lecturas: Alas del reino I: Cuervo de cuarzo de Tamine Rasse Cartes. (perdón por la ausencia y por la cantidad de reseñas que quería hacer y que no he hecho).
Alas del reino I: Cuervo de cuarzo comienza contando la historia de Bo y Elián dos jóvenes que pertenecen a la resistencia contra el gobierno y el sistema actual del reino de Arcia: ella, impulsiva, cerrada, con demasiados pensamientos rondándole la cabeza que le hacen mirar al cielo estrellado nocturno; él, reflexivo, fiel, con las ideas tan claras y brillantes como el fuego. Ha llegado el momento de poder infiltrarse en la inexpugnable residencia del rey y la nobleza, pues buscan trabajadores. Para ello, ambes deberán casarse y trasladarse a trabajar al castillo del rey para cumplir con una misión de la cual no saben nada. Pertenecer al margen de la ciudad y la sociedad les ha otorgado una conciencia clara sobre el bien y el mal, pero ¿existirán lugares intermedios que propongan mejores soluciones? ¿Un espacio donde encajar cada pequeño descubrimiento personal? O lo más importante, ¿llegarán a descubrir cuál es la misión?
Tomi construye un mundo de fantasía lleno de magia, de seres paranormales y misterios que conviven con una monarquía que, como cualquier monarquía, se nutre del control, de los matrimonios concertados, del miedo, de la subyugación y segregación del pueblo... La trama palaciega, de búsqueda de la caída del gobierno, la leemos desde el punto de vista de dos ciudadanes del margen que se encuentran aislades y son temides por sus características. De este modo, se plantea una crítica a toda la estructura sociocultural con claros paralelismos históricos. Para mí esto es un punto a favor, porque aprecio mucho estas historias que no romantizan a les soberanes, su trabajo y la configuración del reino.
Más allá de las revueltas contra les gobernantes, también podemos encontrar diferentes temas como la violencia machista solapada a una estructura patriarcal que embebe de la de nuestro mundo, los colectivos pauperizados criminalizados por políticas que pretenden hundirlos más en su miseria, las relaciones de amistad basadas en la confianza, el clásico fin que justifica los medios o la ruptura de los modelos más tradicionales del amor (lo sexoafectivo).
Este libro se encuentra narrado por varios personajes, más allá de Bo y Elián. Ello ofrece un relato poliédrico que trata de poner el foco en los elementos más relevantes y en las emociones principales que mueven la obra. Lo cual, junto con un lenguaje bastante limpio, sin demasiada poética propone una lectura ágil: permite que te des un atracón literario con mucho gusto.
El libro no es perfecto y la edición se puede mejorar. Sin embargo, nada de esto me molestó. De hecho, mi editore interior se emocionaba mucho porque había muy buen material con el cual trabajar. La historia posee una buena estructura guiada por el desconocimiento de los personajes (que es el mismo que el de quien lee). Los temas están claros y se tratan de manera contundente, sin dudas, pues Tomi sabe qué quiere abordar. Sin olvidar el mundo interesantísimo que rodea y acompaña la narración con el peso necesario para que no se desdibuje a favor de les personajes ni que se coma la intensidad de las relaciones interpersonales. Por todo esto, hay muchísimo potencial. Uno que queda enmarcado por la ilusión con la que el autor escribió Cuervo de cuarzo y que se cuela por entre las curvas de las vocales.
Dejo a un lado todo lo más formal, la parte ligeramente más técnica (que no mucho), para centrarme en mis impresiones más subjetivas.
Comienzo con los personajes: me han atrapado. Bo es muy potente, pero no se queda atrás ni Elián, ni la princesa ni su doncella. Me ha causado muchísima curiosidad saber qué derroteros recorrerían, por dónde saldrían. Por supuesto, elles van moviendo la trama, pero no solo elles, sino el resto de personas que están jerárquicamente sobre elles. Así pues, también ha tenido toda mi atención, porque nadie sabe qué tiene que pasar, pero sabes que pasará algo, pues se deja intuir algo.
Otra cosa que quiero destacar que, he leído que los mundos mágicos, las tramas, los temas poseen algo mágico, pues esconden toda su ilusión en temas y personajes. Tienen ese toque naíf, rebelde, crítico que dan una profundidad que me recuerda el porqué me gusta leer. Se trata de una novela gustosa, porque Tomi tiene talento, sabe narrar historias y tiene claro qué quiere hacer. Estoy deseando saber cómo ha ido creciendo en los últimos años.
¡Un momento! Deshonra sobre mi vaca... ¡Se me ha olvidado decirte que hay un romance sáfico que me tiene superatente!
Esta es la primera parte de una serie de (si no me equivoco) tres libros. Tengo muchísimas ganas de continuar.

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