Ojos
rasgados en el lienzo vacío de un neurótico. Saltas a la poesía desestructurada
de un viejo perro cansado de esperar a su musa ebria de ego. Retrocedes y giras
hacia un vacío existencial donde tratas de plasmar su problemas psicóticos. Sabes, te has equivocado. Tres pasos atrás y
desciende la cuesta arriba. Retumba esa voz sensual de los cristales rotos
de tu miedo. La boca del lobo te espera, 1…2…3…79.
La
luz ciega los claros ojos de almendra. El guion cinematográfico te mastica y
saborea, mientras tú marioneta luchas contra tu alter ego. Tus cuerdas se rompen y has llegado aquí. Teatro, ¡Ay mí
teatro! Aparte de mi discurso mudo
por los fluidos pútridos del desconcierto del mundo. ¿Acaso te has cansado de
jugar? El próximo nivel es…

Comentarios
Publicar un comentario