Siempre en boca de tertulias trasnochadas.
Sometidos a juicio por cada persona obtusa.
Censurados por existir.
Un sentimiento de agotamiento rodea la constante tarea de educar a quienes no lo desean.
Esto ocurre todo el año. En junio se pone el foco en el colectivo LGBTIAQ+, porque es nuestro mes, porque revindicamos poder ser nosotres mismes, porque no podemos, porque no nos dejan, porque puede ser peligroso en algunos casos. Todavía podría poner muchos más «porqués».
El mes el Orgullo significa lucha, por nuestros derechos (nuestro ya que es una lucha transversal que no quiere dejar a nadie fuera: personas racializadas, con discapacidad, marginadas, etc.). A lo largo de estas semanas tienen lugar manifestaciones, actos de protesta, se crean espacios de debate en el cual las personas queer poseen una mayor visibilidad y protagonismo. Se comparten historias, fanarts con representación del colectivo. Nos hacemos un poquito más grandes. Sin embargo, no todo es así.
Podemos empezar por el pinkwashing de las empresas que se ponen la bandera en sus perfiles de redes, creando ediciones limitadas con la bandera LGBTIAQ+ o creando cualquier eslogan vacío. Todo se construye como una campaña de marketing que se ve empañada el resto del año cuando pasamos a ser invisibles, a ser una molestia o algo que no merece la pena respetar, incluir en sus plantillas o respaldar.
Se puede continuar con la polémica que se ha generado al rededor de la película de Lightyear. Una acción que dura un segundo, en una secuencia de cuatro, ha enfadado a un sector muy concreto de población. ¿Que qué es? Un beso entre dos mujeres, que además son madres de una criatura. Esto, en este país taaaan tolerante ha hecho que se pongan carteles sobre que este metraje contiene "ideología de género". Sí, has leído bien. Nos reducen a eso. Porque para elles nadie puede ser otra cosa que no se alocishetero.
Otro debate se ha creado en torno a The Umbrella Academy y Eliott Page. Él salió del sendero como persona transmascu, la serie decidió adaptar su personaje para que fuese de su mismo género. Esto ha hecho que personas se crean con la autoridad de decir que no debería ser esto así, que dejarán de ver la serie, porque ese personaje nunca ha sido una mujer. Claro que no es exactamente por esto. En caso que se está dando voz e interpretando a un personaje trans que ha transicionado. Ven aquello que están estigmatizando y no quieren que tenga visibilidad.
Y se podrían seguir viniendo anécdotas, pero se entiende. Resulta evidente que no quieren que otras personas queer tengan referentes, información o alguien con quien identificarse. No se manera oficial.
Las agresiones continúan al colectivo, cada vez se ven más agresores con el respaldo suficiente para sabotear nuestros actos, rutinas, espacios. Porque les molestamos. Somos esa otredad perversa no natural. Creen que elegimos nuestra orientación sexual, nuestro género. Que recogernos ser el villano de esta historia. Y nada más lejos de la realidad.
Durante junio se nos ve más, se nos ataca, a cualquier letra, sobre todo las menos representadas y las más ignoradas. Bifobia, acefobia, arofobia... inundan las redes. Personalmente me ha agotado. Se nos quitan derechos, que son derechos humanos, se lucha por devolvernos a los márgenes. Las noticias me ponen de mal humor, porque pasamos a ser un número, un casa aislado, cuando todes sabemos que no es así.
El capitalismo ha echado raíces en un Orgullo que ha pasado a ser fiesta, patrocinio y un ingreso inmenso de dinero. Oye a ti no te querrán, pero a tu dinero sí. Y, evidentemente, tenemos derecho a divertirnos, a salir de fiesta rodeados de otres queer, aunque esto va de reivindicaciones lejos de esas empresas que se olvidan de nosotres en cuanto se pasa el mes del Orgullo.
Salir de esa zona de confort donde gran parte de tus amigues son queer, donde todo es natural, todes tienen su espacio, no es sencillo cuando el mundo de allá fuera te odia por ser como eres. Y esto hace que existir agote. Restringir nuestra vida por miedo no es justo. Claro que tampoco todo el mundo tiene el privilegio de tener una red de apoyo o la posibilidad de salir del armario. Ser LGBTIAQ+ es sufrir en muchos casos.
Quiero manifestaciones por nuestros derechos, para todas las letras de todas las condiciones. El orgullo es para que nos escuchen, nos apoyen. Para seguir consiguiendo cosas como la Ley Trans (que se tiene que mejorar). Necesitamos ser algo más que una atracción, dinero o ese enemigo al que silenciar.
¡Combativo y reivindicativo Orgullo 2022!
Comentarios
Publicar un comentario