'Café Lohrean: Moradores de Covenant' en Elucubraciones literarias

image de una tablet con la portada de Café Lhrean: Moradores de Covenant. Esta es una ilustración de los tres protas sentados en una mesa de una café. Leos es una gatoantropoforfo, Anya una especie de sirena de piel azul y Lana como una diablesa cuqui

¡Hola grumete!

Toca nueva reseña y en esta ocasión te hablo de Café Lohrean: Moradores de Covenant de Javier Escámez un libro de ciencia ficción autopublicado. 

Llegué a este libro por Twitter. Lo cierto es que la portada me llamó la atención. Además, un amigo me lo recomendó. Estaba pasando por una especie de bloqueo lector en digital: no encontraba nada que me apeteciera leer y me costaba engancharme a algo. Poco tiempo después, este mismo amigo, me escribió para decirme que comenzaba un grupo de lectura. ¿Adivina con qué libro se inauguraría? Efectivamente: Café Lohrean: Moradores de Covenant. Sin pensármelo demasiado me tiré a la piscina, me uní y lo leí.

Esta novela comienza con un grupo de amigos y una cafetería: Leol, Anya y Lana —o un ingeniero, una archivera y una aventurera—. Elles llevan una vida normal en Covenant con sus trabajos, relaciones, sueños y anhelos. Covenant se configura como un lugar tranquilo, utópico. O eso parece hasta comienzan a pasar cosas de manera sutil; como si el aleteo de una mariposa amenazase con desestabilizar todo. Un mundo con secretos, bandos con aspiraciones encontradas y una decisión que tomar será el escenario de esta historia sobre las ambiciones humanas, la curiosidad y los ensueños. ¿Qué papel tendrán les protagonistas? ¿Cómo influirá en sus vidas?

 Café Lohrean: Moradores de Covenant es una novela de ciencia-ficción entrañable, con algo de acción, conspiraciones y buen rollo en general.  La lectura del texto se plantea como un doble juego: por un lado, entre autor-lector; y, por otro, entre les personajes. Por ello, se crea un paralelismo interesante compuesto por elipsis, medias verdades y voluntades. Todo se une con un fin concreto (que no te revelo para no destriparte la novela je, je). El libro se encuentra narrado en primera persona por cada une de sus protagonistas, pues se configura como una obra coral. Estes reales, imperfectes, entusiastas— son su punto fuerte. Además, mueven la trama con sus inquietudes o deseos, por ejemplo. 

Esta novela se construye dentro de esas narrativas de novelas inspiradas por el mundo de los videojuegos, tanto por elementos estructurales como por concepción del mundo. Su estilo sin artificios será el vehículo de una historia que se desarrolla con un ritmo similar al de estos divertimentos virtuales. Concretamente a los compuestos por diferentes niveles (mis referencias son un poco antiguas y poco precisas, porque no son mi fuerte, pero me refiero a juegos tipo El payasete loco o Woodruff and the Schnibble Azimunth. No siguen esta línea narrativa, sino, más bien, hay alguna similitud en lo de los capítulos. Perdón por todo mi desconocimiento gamer). Además, se pueden encontrar bastantes referencias a videojuegos, series y películas, generando, de este modo, una conexión nostálgica entre la obra y le lectore.

Un planteamiento interesante, unos personajes con carisma y mucha  transtextualidad  componen esta historia de Café Lohrean: Moradores de Covenant. A pesar de todos estos elementos, no terminé de conectar con la historia. Cada elipsis que me encontraba me hacía tropezar y salir de la novela. No terminé de disfrutarla, a pesar de sus puntos fuertes. Es una historia agradable, con un planteamiento de aventura, pero no ha terminado de ser mi lectura.

 





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